El llanto está en el estómago, lo sabes. Los besos en la garganta, la sonrisa en los pulmones, las caricias en los labios, el dolor en el hígado, y el asombro en la vagina. La hipocresía en el mentón, la tristeza en las pupilas. La rabia está en los oídos y en la yema de los dedos. El misterio en el ombligo, la vejez en las caderas y en la comisura de la boca, la música está en el cerebro, el pensamiento en la palma de la mano, la belleza en las sienes y la fealdad en lo tobillos. Las promesas en la planta de los pies, el futuro en la frente arrugada. El deseo, en la espina dorsal, en la médula, en la piel tersa que cubre la nuca. El cariño está en el pecho y el amor se lo lleva el aire hasta el páncreas. ¿Y el alma? Hueca. Por favor, no aguardes en la puerta, pasa, que me está entrando frío (Lara Moreno: Casi todas las tijeras).
Cuando yo la diñe.
Hace algún tiempo, Nán colgó en su blog qué música le gustaría que sonara en su funeral.
Sé que no me voy a enterar de nada cuando eso me ocurra. Pero, de todos modos, el día en que me toque entregar la equipación (que espero lejano, como casi todos los humanos no kamikazes), que alguien me cante esto (tarda seis segundos en empezar, paciencia):
http://www.lazonafotica.indiopole.com/musica/KYRIEEs el Kyrie “El Rey” (LeRoy Kyrie), de John Taverner (1490-1545).
Quien opine que no es un pasote, que me mande a sus padrinos.
Gracias a JL Ambrosius por su ayuda a la hora de colgar música (es la primera vez que lo hago). Le debo ya un petrolero lleno de cerveza.
Jue 29 enero 2009 a las 11:09 am |
Amigo Micro, la verdad es que nunca se me ocurrió pensar en la música que quiero que pongan en mi funeral, tal vez porque nunca pensé en mi funeral. ¿Debería?
El Kyrie es bellísimo, tristísimo, aunque da esa sensación de paz y trascendencia que querremos alcanzar tras dejar el envoltorio, en el caso que creamos en vidas ulteriores. Es triste, pero a la vez da consuelo. ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhh, la música! Qué misterio sus efectos sobre nuestra alma y nuestra mente, ¿verdad?
Jue 29 enero 2009 a las 1:21 pm |
Verdad. Cómo le cambia a uno el ánimo dependiendo de.
Pero no me diga que el Kyrie de Taverner no es como para levitar unos centimetrillos por encima del suelo…
Jue 29 enero 2009 a las 1:52 pm |
Estoy preparando una reunión que va a ser un rollo y me ha cambiado el humor al escuchar la música.
Las vais a pasar moradas para enfriar la cerveza del petrolero.
Jue 29 enero 2009 a las 2:38 pm |
Gracias, no hay de qué. En realidad no me gusta la cerveza, lo podemos dejar en un Okey de Chocolate. Bastante compensación es ya poder oír esa pieza en vida. ¿Cuándo dice que es su funeral?
Jue 29 enero 2009 a las 6:23 pm |
¿Mi funeral? Ya mismito, yo le aviso con ululaciones y ectoplasmas variados.
Una hormigonera de Okey, entonces. Hecho.
Cómo nos vamos a poner de birras, Carrascus… porque la cuota de Ambrosius alguien se la tendrá que beber. Digo yo.
Y no es tan complejo, Salamandra. Un paseíto por la Antártida en un petrolero monocasco de bandera liberiana y verá cómo de fresquita se queda. Y en caso de accidente, el peor efecto sería la tajá de los pingüinos, pero como se mueven raro ya de por sí, lo mismo no se va a notar mucho.
Vie 30 enero 2009 a las 1:09 pm |
Jjejejejejje, daría algo por ver a los pingüinos haciendo eses, chocándose unos con otros bajo el agua mientras se dicen aquello de «gligliglogla!», y contestándose aquello otro de «gligliglogla tú!».
Me ha venido bien escuchar esto antes de llamar al servicio de atención al cliente de cierto supermercado para que den de baja mi contrato. Me va a permitir practicar asertividad.
Un saludo.
Vie 30 enero 2009 a las 1:11 pm |
(Pffff).
Suerte con lo suyo, Ilya.
Vie 30 enero 2009 a las 7:27 pm |
Excelente elección, D. Micro, aunque deseamos tarde en llevarse a efecto. Eso es música de verdad. Aunque ojo con los derechos de autor, como se enteren en el Vaticano, capaz que sacan un anuncio de «envia KYRIE al 5566 y recibe en tu móvil el politono».
Estoy mal, lo sé. Hace una tarde soleada de espanto en Madrid, y yo encerrado para entregar a mi dire de tesis la criaturita el lunes. A ver si el finde sigue el buen tiempo y nos da el sol en la carita a PsS et moi.
Sáb 31 enero 2009 a las 1:04 pm |
Espero que para cuando llegue mi funeral ya se hayan olvidado todas las músicas hace siglos y nadie sepa qué es eso de cantar…
Y hasta ese día, mire usté si tenemos tiempo para bebernos toda esa birra…
Lun 02 febrero 2009 a las 10:14 am |
Me temo que no se han cumplido sus deseos, Maese Glomus. Pero un Madrid nevado tampoco es moco de pavo… siempre que uno no se resbale con el hielo y se la pegue. Pregunte a Margherita.
Amén, Carrascus.
Lun 02 febrero 2009 a las 11:59 am |
En realidad, quiero que la pongan, a todo volumen, cuando parezca que ya he defuncionado (dicen que el oído sigue oyendo unos 15 minutos y esa músiva va «al pelo»).
Puedo aportar una novedad a mis preparativos: que trituren las cenizas, las coloreen de blanco y las metan en bolas de cristas con una preciosa casita y efecto nieve.
El objetivo de tantos preparativos es evitar (supersticiosamente) que se haga nada.
Lun 02 febrero 2009 a las 1:35 pm |
Pues a mí me parece mejor un entierro vikingo. Con su drakaar, flechitas incendiarias y luego mucha cerveza. Lo siento por el efecto invernadero, pero a cambio, cuando el barquito se hunda, se creará un arrecife artificial, y a su alrededor las microalgas, pues…
Eso.
Lun 02 febrero 2009 a las 12:46 pm |
La madre de un amigo dijo a sus hijos, «esparcid mis cenizas por el Corte Inglés, que es donde mejor me lo he pasado en la vida». Si es que para disgustos no hay nada escrito.
Lun 02 febrero 2009 a las 6:07 pm |
La nieve ha tenido lo suyo, no se crea, D. Micro. No sabe la carita de ilusión de su amigo mirándola, je, je. ;) Esta gente del Sur…
Mar 03 febrero 2009 a las 10:24 am |
Tch. Son como críos.
Mar 03 febrero 2009 a las 1:03 pm |
¿Y no le gustaría más lo de la cabra, la cabra, la puta de la cabra, la mare que la parió…? Yo es por saber namás, ein.
Mar 03 febrero 2009 a las 1:31 pm |
Siete.
Siete libros lleva ya editados Margherita.
Y ya ven.
Ahora en serio, alma de cántaro: ¿no se te ponen las orejas como soplillos al escuchar este Kyrie? ¿No te deja sin aliento? ¿En serio? Pero tú, ¿qué clase de poeta eres? ¿Con qué rima para ti «otoño», vamos a ver?
Mar 03 febrero 2009 a las 9:23 pm |
Pues yo estoy con Margherita. ¡Por Dios! Qué triste el Kyrie ese… Mejor algo más animao, o una rumbita, en plan: que no estaba muerto, que no, que estaba de parranda…o argo.
Por cierto, demasiado frío en Madrid. Disfruten del benigno clima del sur, ustedes que pueden.
besote
Mié 04 febrero 2009 a las 9:56 am |
¿Eso quiere decir que le gusta más la cancioncilla esa que dice usted que la de la cabra? Mire, que la de la cabra tiene su no sé qué que qué sé yo. La que usted pone no digo yo que no me guste incluso emocione, pero la de la cabra… Aaaay, qué ha sido de ese animal mítico de nuestra mítica legión de donde salío nuestro Carlos el Legionario. Usted si que no tiene sensibilidad ni ná y además es un cabrófobo.
Mié 04 febrero 2009 a las 10:02 am |
Ni modo, como dicen en México.
(Suspiro).
Vie 19 junio 2009 a las 9:07 pm |
mi funeral empieza con lux aeternam de mozart
Lun 22 junio 2009 a las 8:45 am |
Tampoco es moco de pavo, Izzy.