Hay segundos que duran una vida y milímetros cuyo recorrido cuesta una existencia (Juan José Millas: Articuentos).
¿Sabe qué, mi Señora Dama?
He llegado a la conclusión de que Usted no existe.
La cosa no es tan grave, si tenemos en cuenta el hecho de que yo tampoco.
Lo curioso es que esto último, créame, me molesta bastante menos.
Mar 09 septiembre 2008 a las 9:47 am |
¿Sabe qué, mi querido amigo? Que si usted no existe y yo sí, que hago hablando con naidie?
Ahora mismo llamo a un pisicólogo…
Mar 09 septiembre 2008 a las 10:48 am |
Creo que sí que existe usted. Basta con que yo lo quiera.
Mar 09 septiembre 2008 a las 11:29 am |
Cuando uno se da cuenta de que algo no existe se siente un poco carajote por haber creído en ello tanto tiempo, pero después se le pasa. Cuando uno cree que algo no existe, aún no ha perdido la esperanza ni el deseo de que en realidad exista. Cuando uno cree que uno no existe tiene problemas para distinguir la realidad. Aunque, ¿quién no?
Mar 09 septiembre 2008 a las 11:49 am |
Gorrión, creo que se está Usted liando. Un canuto como un trombón de varas, concretamente.
(Habló el toro y dujo «mú», vale, de acuerdo).
Gracias por el voto a favor de mi existencia, Vailima. Ya veremos qué sale cuando acabe el escrutinio.
Y sí, Posidonia. Eso tiene Usted que ir a que se lo miren. Por cierto, tenemos pendiente tomarnos (desde hace una eternidad) un café (Usted y nadie). ¿Qué día le viene bien?
Mar 09 septiembre 2008 a las 1:22 pm |
Lo que quiero decir es que el hecho de que no la haya encontrado no significa que no exista (La Dama), simplemente que no ha doblado usted aún la esquina a la misma hora que ella, o que no destapó la sábana adecuada. Lo del canuto, puessss, aunque hace tiempo que no los pruebo (¿la muerte de las neuronas es irreversible o hay posibilidad de resurrección?), aunque los echo de menos. O argo. (me parece que ahora me expliqué peor)
Mar 09 septiembre 2008 a las 1:40 pm |
El sentido no era exactamente ese, Gorrión, pero también nos vale.
De resurrección, nada. Lo mismo más sinapsis…
Y hablando de sinapsis.
Que no lo digo yo, ¿ehn? A mí no me vengáis ahora con lapidaciones y esas cosas que duelen tanto…
Mar 09 septiembre 2008 a las 6:52 pm |
Si ésto yo me lo veía venir, que las vacaiones dejan secuelas. Hablando de apariciones, desapariciones, resurreciones…todos a la clinica por favor.
Jeje…lo mejor ese articulo sobre sinapsis, si al final vamos a tener razón, las féminas mas aventajadas en casi todo
Mar 09 septiembre 2008 a las 7:32 pm |
Todo es mentira, menos tú;
y si lo fueras, te lo suplico,
miénteme,
bésame y dime:
«todo es mentira, menos tú»
(Luis Eduardo Aute, liandolo plus encore)
Besos calentitos del sur.
Mar 09 septiembre 2008 a las 8:40 pm |
-¿Dígame?
-¿Cómo que dígame?
-¿Usted no me ha llamado?
-¿Yo? Pero no tengo teléfono…
-Pues anda que yo, que estoy hablando por un cartón de leche…
Croc-croc-croquetas. Qué coquetas…
Mié 10 septiembre 2008 a las 2:10 am |
A las damas que desaparecen a veces hay que dejarles tiempo. Seguro que no es por capricho.
Para usted, que es tan de frases, ahí va una de Fernando Savater:
«Uno no puede hacer nada por las personas que ama, sólo seguir amándolas».
Y si usted, en realidad, no es más que un ente fantasmagórico o imaginario, pues podría haber avisado antes, ¿no? Y, ya de paso, le aviso de que hay un calvete por ahí que se ha apropiado de su identidad, su casa, su coche, sus guitarras… Eso sí, hace unas tortitas para desayunar, que son muy reales, créame. Y deliciosas, por otra parte.
Besos tras haber sobrevivido a la tremenda tormenta (esa si que ha sido fantasmagórica) de granizo que acaba de azotar la capital.
Mié 10 septiembre 2008 a las 7:20 am |
Bah, ¿y ahora se da cuenta usted de que es sólo producto de mi imaginación? Anda que…
Mié 10 septiembre 2008 a las 8:41 am |
Porque no se ha buscado Usted en el espejo, Margherita, que si no no se pondría Usted tan chula… Los mismo se lleva una sorpresa.
Es Usted un anclaje a la realidad, ETDN. Se le agradece el toque de atención. Enhorabuena por sobrevivir a la «galerna de tierra adentro». No me cabe duda de que tiene Usted madera de superviviente.
En Lola vemos un ejemplo claro de los estragos que los planes de educación en España causan sobre las personas decentes y sus maltrechos cerebros. Menos mal que Sus Mercedes se vienen a casa a descansar un fin de semanita y a que yo las cuide como se merecen. Ya queda menos. Aguante, cariño. Besotes a T.
Mié 10 septiembre 2008 a las 8:53 am |
Todos somos seres virtuales. Las palabras desmienten nuestra existencia… no?
Mié 10 septiembre 2008 a las 9:09 am |
O lo contrario, según nos pille el día.