De tu balcón

La Tierra es de derechas, el Universo de izquierdas (Stefano Benni: Margherita Dolcevita).

¡Yépa! ¡Jue-jué!

En algún post antiguo ha aparecido la figura de mi compañero de piso durante la carrera en Granada, el inefable Indio (quien en la actualidad es, quizás, la primera autoridad en materia de abejas en Andalucía, y puede que me quede corto en cuanto al territorio) (En el post al que remito, no se me confundan, el Indio es el que, haciendo honor a su nombre, quería cortarle la cabellera al protagonista de aquella historia. Un tío grande, el Indio).

Pues bien. El Indio se definía como “de derechas”. Yo, para picarlo, siempre estaba dalequetepego a Silvio Rodríguez con la guitarra (no sólo por chincharlo, es que Silvio es un estudio-compendio de guitarra… in illo tempore yo sabía tocar más de cien canciones del de la Loma) (no exagero: un día las conté y eran más de cien… sólo las que sabía tocar. Algunas las cantaba pero nunca llegué a tocarlas decentemente, y sólo he podido cantarlas años después, cuando las toca en el Pay-Pay el Gran Paco Medina).

Un día estaba en la casa de Granada entrenando cejilla loca y letra a contratiempo con ésta cuando el Indio me dijo que ese tal Silvio era un rojo y que si yo seguía cantando cosas así iba a salir al balcón a cantar el Cara al Sol.

― No hay cojones ―lo reté.

Es que intuía que él no se sabía la letra.

― ¿Cómo que no? ¿Cómo que no?

Y allá que salió el Indio al balcón de nuestro piso con la barbilla levantada como un legionario. Yo me puse a su lado y le di tono (Sol Mayor, claro) con la guitarra, en plan “trian, trian – trian, trian”

Y el entonó:

― Cara al sol, con-la-cami-sa nueee-e-vááá
que túúú bordas-terro-joayééér…

Me miró un momento de reojo, y esa fue su perdición. Estaba claro que no sabía más letra. Yo tampoco, pero por una vez en mi vida tuve reflejos. En cuanto comencé yo el siguiente verso (que cabía perfectamente), el dio medio paso adelante… y lo terminó muy serio, en plan “ésta me la sé”.

― Volverán las oscuras…

― ¡¡…GOLONDRIII-IINÁS
DE TU BALCÓN, LOS NIIIDOS A COLGAAAR…!!

No habríamos podido seguir por falta total y bilateral de letra, pero de todas maneras el descojone (como pocas veces en años) pudo conmigo. Tú ni eres de derechas ni ná, ome. No me vengas con milongas.

Ay, Indio. Qué güenos ratitos. Qué grande, el tipo.