El meteorito del amorrr

Pues los turistas ni gratis quieren oír la verdad (Luciano de Samósata, 125-181 dC: Icaromenipo o Menipo en los cielos).


Esperarzus que voy.



Comentando en un blog hermano (véase a la vera “Una Bitácora de Cuadritos”), recordé una vieja historia.

Andurreaba yo por Escocia allá por los finales del año 94 y principios del 95 (válgame Dios) cuando hete aquí que me vienen a visitar unos cuantos amigos, entre ellos el buen (aunque ragnaróquico) Fenrir El Lobo y mi amigo Fran (El-Mejor-De-Entre-Nosotros). Alquilamos un coche y nos pegamos un vueltorro de una semana por los dominios de William Wallace.

Un anochecer recalamos en un pub (lamentablemente no recuerdo el nombre) situado en la orilla sur del lago Lochmond. Era un sitio peculiar y con aspecto muy alérgeno, adornado con un oso disecado y un maniquí vestido con una vieja casaca roja original (inglesa) con varios agujeros de bala, entre otras muchas cosas.

Tras la barra, desde unos dos metros y pico de altura, un camarero con pinta de lanzar piedras a la estratosfera y cortar abetos a dentelladas nos preguntó que qué íbamos a beber. El tío iba vestido de escocés-escocés y su bíceps era más o menos como yo (entero) de ancho.

― Está subido en una tarima, ¿verdad? Está subido en una tarima, ¿no? ―nos susurramos unos a otros aprovechando que la mole le daba al grifo.

El camarero salió a recoger unos vasos mientras nuestras Guiness a medio llenar reposaban en la barra.

― NO estaba subido en una tarima, tío. ¡¡El nota NO estaba subido en una tarima!! ―volvimos a susurrarnos aterrados y convencidos de que quien intentara armar una bronca en ese pub era un suicida masoquista.

Echándole un ojo a la barroca ornamentación del local, descubrí una tablita de madera con un texto pirografiado en cuya parte superior estaba incrustada una piedrecilla negra. Y el texto rezaba (más o menos):

“He aquí el único resto que pudo encontrarse del meteorito que en el año no-sé-cuántos cayó en el condado de no-me-acuerdo-dónde. Muy pronto diose cuenta el Señor Conde de las tremendas propiedades afrodisíacas del meteorito. Un día el Señor Conde puso sus manos sobre la roca caída del cielo y, aprovechando su ausencia, cabalgó en un santiamén las muchas millas que lo separaban del castillo del Señor Duque de no-sé-qué, y entrando furtivamente en sus aposentos satisfizo completamente a su mujer, a sus seis hijas y a su piadosa madre.

Enterado el Señor Duque de no-sé-qué del suceso, armó a su ejército y atacó el castillo del Conde de no-me-acuerdo-dónde, pasando a cuchillo a no pocos de sus moradores, incluido, por supuesto, el Señor Conde. Acto seguido insertó un potente explosivo en el meteorito y, antes de abandonar el castillo, le metió candela a la mecha.

El asombroso meteorito quedó hecho cisco y sus restos mezclados con los muros en ruinas del castillo, pudiéndose recuperar tan sólo este fragmento, que si bien es pequeñito, aún conserva intactas TODAS las propiedades de la gran roca de la que formó, un día, parte.”

En este punto me volví para avisar a mis amigos de la simpática leyenda… y reparé en que todo el pub me estaba mirando de reojillo, incluido el Scottish Hulk de detrás de la barra, que estaba bastante descojonado. Al parecer, ay de aquél que, sin darse cuenta de la subrepticia atención de la que es objeto por parte de la parroquia, toca la piedra. Queda estigmatizado para el resto de la noche y todo visitante del local adquiere el derecho inmediato a canturrearle el equivalente escocés a “¡pichaflooojaaa, pichaflooojaaa!” e incluso tal vez decirle cosas peores, si las hubiere.

― Eh, gente, venid a leer esto ―avisé a mis amigos con todita la maldad del mundo, a ver si alguno picaba.

Hay que ver qué cultura da el viajar, oigan.

16 respuestas to “El meteorito del amorrr”

  1. Perplejo Says:

    ¡Venga ya!, ¿te lo has inventado?

    A lo mejor son los escoceses los que mandan los SPAMS de viagra barata. Si uno hace click, se conecta la webcam y tu imagen sale en pantalla gigante en ese bar para algarabía de los parroquianos.

    Por cierto, muchas risas con el cuento de la china ceremoniosa, precisa y cruel.

    Abrazos.

  2. Microalgo Says:

    No, amigo Perplejo, la historia es verídica. Estuve buscando por la red qué pub era, por si aparecía la historia del meteorito afroviágrico, pero no di con él.

    Estupendo blog, el suyo, por cierto.

    Abrazos a los bremenautas y gracias por el visitorro.

  3. Salamandra Says:

    «satisfizo completamente…» ¿Les limpió la casa, charló con ellas, las acompañó de compras, hizo caso a los comentarios sobre modas, cotilleos, dibujos animados y el equivalente a Canal Disney de la época etc.?

    Ese tío no las satisfizo, se las folló.

  4. Microalgo Says:

    Hombre, por Dios. Es un delicadísimo eufemismo. Si no, habría echado en ello toda una vida, no una noche sola… (y ni así, me susurra ese pequeño Enrique Jardiel Poncela que todos llevamos dentro).

  5. martin Says:

    blog hermano… snif
    casi lloro Don Mi.

  6. Glomus Says:

    Nos deja en ascuas, D. Micro, diga si tocaron o no la piedrilla. Cualquiera dormía con Vds esa noche, oiga…

  7. Rímini Says:

    Leyendaza, y ríete de la de la aparición de la virgen en Lourdes.

  8. NáN Says:

    Pero, se traería un trocito, ¿no? Páseme un gramo.

  9. Microalgo Says:

    ¿Se imaginan lo que tiene que ser ese meteorito esnifao?

    Uaaaaa.

  10. NáN Says:

    pues yo creo que los faraones estaban meteorizados, por eso se crearon las pirámides, para la vertical insobornable.

  11. Microalgo Says:

    No sé exactamente qué tipo de substancia estupefaciente le ha sido suministrada, Maese Nán… pero, por favor: comuníquenos el nombre de su camello, que queremos probar.

    Un poquito, sólo. Aunque sea.

  12. Perplejo Says:

    Machoooooo, actualiza!

    Pero sin presión, ¿eh?

    abrazo…

  13. NáN Says:

    cambio gramo por gramo.

  14. Mireia Says:

    Te voy a decir algo, microalgo.
    Hacía mucho tiempo que no leía un relato erótico de tan amplias dimensiones.
    Porque a tu lado, playboy,penthouse, und alguno más que no conozco…
    se quedan cortos, anticuados y exentos de imaginación.
    Me has «alegrado» la tarde.
    Muchísimas gracias.

  15. Microalgo Says:

    Pues me alegro de alegrarla, Dama Mireia.

    Curioso, su blog.

    Un abrazo.

    • Mireia Says:

      gracias por su tiempo….

      ( me parece que voy a llamarte de usted a partir de ahora ).

      Se me olvidó darle mis más sinceras….

      Herzlichen Gluckwunsch!!!!!!

      Por su blog.

      Un abrazo.

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