Significarse

En un pasado remoto había existido una tradición llamada el Rey de la Alubia. En un día determinado del año se le servía un plato especial a todos los del clan. El plato contenía una diminuta alubia endurecida al horno, y a quien le saliera la alubia se le proclamaba rey, posiblemente después de recibir alguna atención dental. Era un sistema barato y funcionaba bien, tal vez porque los hombrecillos calvos y listos que en realidad dirigían el asunto y se iban fijando en los posibles candidatos eran expertos en el arte de colar la alubia en el plato correcto.
Y mientras las cosechas maduraban y la tribu prosperaba y la tierra era fértil, el rey también prosperaba. Pero cuando, a su debido tiempo, las cosechas fallaban y regresaba el hielo y los animales se quedaban inexplicablemente estériles, los hombrecillos calvos y listos afilaban sus largos cuchillos, que usaban sobre todo para cortar muérdago.
Y en la noche señalada, uno de ellos se metía en su cueva y horneaba una pequeña alubia.
Por supuesto, eso era antes de que la gente fuera civilizada. En la actualidad no hacía falta comer alubias.
(Terry Pratchett: Ronda de noche).


Felipe Sexto

Hola-hola.

No dudo de que el heredero esté preparado (no tanto como el de la corona Británica, que ha tenido mucho más tiempo para prepararse que él). No dudo tampoco de sus buenas intenciones respecto al bien del país.

Sin embargo, la primera cosa que uno se plantea es la adecuación de los sistemas monárquicos en un mundo como el nuestro. A mí me parecen anacronismos. Hay quien pueda alegar que un empresario le deja su empresa a su hijo y no pasa nada, que no todos nacemos iguales por las circunstancias en las que los padres han vivido… Tales afirmaciones no se sostienen por ningún sitio. No son sucesos comparables, aparte de que el hijo no tiene por qué llevar el negocio (me refiero al ejemplo de la empresa) mejor que el padre. De hecho, al encontrarse el tinglado montado, lo más probable es que quiera disfrutar de la vida y no le dedique el esfuerzo necesario a la empresa y que esta se vaya a pique. Lo hemos visto cientos de veces. Y ahora busquen por ahí algo sobre la vida del Emperador Cómodo, hijo del Emperador Augusto, y luego me cuentan.

También se pueden apoyar las tesis monárquicas con el dato del elevado número de países (y no precisamente países pequeños o débiles) que tienen una monarquía. Y bueno. Escriban las palabras «pena de muerte» en lugar de «monarquía» en la frase anterior y prueben a ver si ese argumento es válido para implantar la pena capital en España. ¿No? Pues entonces tampoco sirve para el caso anterior. Hay quien ha llegado a decir que los dos países más ricos del mundo tienen monarquías (creo que eran Emiratos Árabes y Qatar). Al parecer, el petróleo no tiene mucho que ver con esa riqueza, sino la monarquía. Ya. Y otra cosa es ver cómo está distribuida la riqueza allí, o qué grado de libertad tienen sus habitantes (en especial las mujeres). En fin, que no hacen un gran ejemplo.

Pero con mucho, lo que más chirría, es la inviolabilidad jurídica de la persona. Ya sé, ya sé que uno no se imagina al inminente monarca yendo por la calle con una cucharilla de café en la mano, arrancándole los ojos a los transeúntes, ni persiguiendo prepúberes de cualquier sexo por los parques con la bragueta bajada… pero el caso es que podría hacerlo y nadie tendría la potestad de encausarlo por ello. No. No se podría. Suena a coña, lo sé, pero es así. ¿De dónde ha salido esa norma? ¿Es heredera del medieval derecho de pernada ejercido por los nobles (porque no es muy distinta a ella)? ¿Por qué hay que mantenerla?

Queridos amigos republicanos, de aquí a la toma de posesión del cargo del heredero no vais a poder pergeñar una república. Sobre todo porque no tenéis mayoría (ni de lejos, ni de lejísimos) en el gobierno. Y, como en toda democracia que se precie, la mayoría manda.

Eso sí, el apoyo a la monarquía de algún partido originalmente de izquierdas (me refiero a sus orígenes, no a su originalidad), no ha hecho más que «significarlos».

Durante la postguerra, sobre todo durante el periodo más inmediato tras el fin de la contienda, la frase «hijo, no te signifiques» era muy común en la boca de madres que no querían que sus vástagos pudieran ser identificados como contrarios a la corriente favorable en aquella época. Algo así como «que no se te vea el plumero». Pues a algún partido (por poner un ejemplo, el Partido Socialista Obrero Español) se le ha visto el plumero y, como dice mi buen a migo Piero, su plumero es tan monárquico que hasta se han pegado un tiro en el pie. Atentos a las urnas los próximos comicios.

Y en fin, la manera de hacerlo es muy simple, amigos republicanos: voten Ustedes. Con una mayoría republicana en el Congreso (en el sentido europeo, no estadounidense, Manitú nos libre), se pueden aprobar leyes de muy diverso calado en nada de tiempo. Incluso se puede modificar la Constitución y convertir a España en una república. Pero creo que solo así.

(Nota al pie: yo, si fuera monárquico, en lugar de un referéndum tipo «SI / NO», haría una elecciones en las que se pudiera decidir entre «monarquía / república parlamentaria / república presidencialista / república democrática / república islámica / república federal / república aristocrática / república unitaria», más alguna otra que se me ocurriera para despistar (no sé, «república lúdica», «república peluda», «república bananera» o incluso «república científica», yo qué sé. Me juego una pierna a que ganaría la monarquía, porque para poner de acuerdo a la gente de izquierdas el método más veloz, aunque no el más agradable, tal vez sea el gulag, y aquí no procede, porque no tenemos sitios tan inhóspitos como Siberia, y en Sierra Nevada no me metan Ustedes un campo de concentración, que es un ecosistema oligotrófico y sus especies endémicas se pueden ver amenazadas por la presión antrópica. He dicho).

8 respuestas to “Significarse”

  1. Salamandra Says:

    Si no pone «anarquía» como opción, no voto, también me gustaría «república atea». Aunque se me ocurre que «estado corporación» o alguna otra de las descripciones de planetas de «Elite» también estaría bien.

    La fecha del evento genera un dilema en la Sra. Cospedal, ¿Corpus en Toledo o coronación en Madrid? Si fueramos visigodos el problema estaría resuelto.

  2. Microalgo Says:

    No me cabe duda… Por cierto, Maese Salamandra, estoy teniendo problemaspara comentar en su blog. La identificación por WordPress se me queda colgada cual chirimoya inmadura (y ni palante ni patrás). No sé si tendrá Usted puesto algun filtro novedoso, o algo. Si no, intentaré comentar colándome por otra vía. Que lo leo, ¿hein?, que no lo tengo abandonado.

    Huy. Creo que también por aquí tengo problemas para comentar. Juatdefac.

  3. anarkasis Says:

    El otro día escuchaba en la radio lo caro que salía un presidente del gobierno tipo república
    Yo sería partitodaria de no poner naica más a ningún chuflas, y nos repartimos su sueldo

  4. Confusio Segundo Nán Says:

    Además, si te fijas bien, el psoe se ha pegado el tiro en el pie izquierdo, para inhabilitarlo. ¿O habrá sido en el derecho, para que sepamos de qué pie cojea?

    En fin, que qué pena tó y qué ranciedad y yo me iría de aquí, pero soy demasiado vago para salir de mi barrio, así que me quedo. Pero no por falta de ganas, ¿eh?

    Y ya puestos, voy a decir algo muy fuerte por lo que no me pueden llevar al talego: ¡¡¡Word Press es una mierda que te deja comentar unas veces sí y otras casi tampoco!!!

  5. Microalgo Says:

    No sé qué le pasa al WordPress últimamente, la verdad. Y la rabia que da que se borre un comentario (y la pereza que da escribirlo de nuevo).

    Por car oque salga un presidente, Dama Anarkasis, siempre se le podrían pedir cuentas. A un rey, ni de coña.

    • anarkasis Says:

      ¿usté a oido hablar de aforaosdeporvida? «presidentes del jovierno»,..y tal, ¿recuerda que llamaran a declarar por inducción al asesinato al gran califa felipe primero de españas y luego de andalucía?
      ¿¡qué no lo iban a aforar!, al presidente del estao, a la manera franchutia?
      ¡otro chuflas chupando! (eso es un, otro, «anacronismo» político del 18, en el 21)
      No trago, ni con principipiales venidos a reyes, ni con segundondones venidos a presidentes del estadO.

      No doy patanto orgasmo pidiendocuentas.

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