Limitaciones de la democracia

A menudo se me plantean preguntas a las que no es fácil responder; por ejemplo, suelo oír con frecuencia que se me pide mi opinión sobre el grado de civilidad de un país u otro. Entre bromas y veras, mi respuesta es que mi juicio depende de la calidad de las escuelas, (lo que implica el grado de libertad de pensamiento, de información y de instrucción), los hospitales… y los urinarios públicos del país en cuestión (Carlo Mª Cipolla: Tres historias extravagantes).


O la cólera de Dios.



Decía Sir Winston Churchill que el mayor argumento en contra de la democracia era charlar veinte minutos con un votante medio.

Yo tengo otro.

Se apellida Aguirre.

11 respuestas to “Limitaciones de la democracia”

  1. Salamandra Says:

    Parte del problema es que ella está convencida de que es la cólera de Dios, y que lo hace bien, y que no hay otra manera de hacerlo, y que como ha ganado unas elecciones puede hacer lo que le de la gana 4 años (y esto puede aplicarse a casi cualquier político).

  2. laluli Says:

    Ya no es pasar de 18 a 20h, son 40 adolescentes indomables en la misma clase, son padres que no dan ninguna autoridad al docente, profesores que imparten materias que no le corresponden,…Como podemos aceptar que un profesor que ha estudiado historia dé dibujo técnico (por poner un ejemplo).
    Vamos dando pasitos pa’trás (como diría la el famoso pasodoble de los borrachos)

  3. Microalgo Says:

    Pues sí, Maese Salamandra. Pecado capital, nos dijeron que era la soberbia, ¿no?

    Y la cosa, Luli, es jorobar lo público y potenciar lo privado. Una concepción de élite económica y no académica.

  4. Carmen Moreno Says:

    Aguirre, Aguirre… ¿Con qué letrita? ¿Ande vive ella? Si yo le contara, Don Micro, esa mujer (sobrina de Gil de Biedma, que manda huevos…) tiene detrás de su nombre y apellidos un montón de adjetivos descalificativos que no voy a decir aquí por respeto a sus lectores.
    Cagontó, ya me ha puesto de mala leche con solo siete letras. Si es que no pué’ser…

  5. laluli Says:

    Esta claro que aquí no interesa una enseñanza pública de calidad, primero desprestigiar y luego privatizar.
    El otro día me enteré que los que llevan a sus hijos a colegios privados tienen deducciones fiscales por la compra de los uniformes, si quieren educiación privada, que la paguen.

  6. Vanessa Says:

    Ya no es pasar de 18 a 20h, son 40 adolescentes indomables en la misma clase, son padres que no dan ninguna autoridad al docente, profesores que imparten materias que no le corresponden,…Como podemos aceptar que un profesor que ha estudiado historia dé dibujo técnico (por poner un ejemplo).
    Vamos dando pasitos pa’trás (como diría la el famoso pasodoble de los borrachos)

    +1

  7. Portorosa Says:

    Joder, qué horror.

  8. Ronronia Says:

    La odio, la odio, la odiooooooooooooooooooooooooooooooooooo. Y si tuviera tres años me tiraría al suelo y tendría una pataleta cada vez que la sacan en la tele hasta que consiguiera que la echaran de la política. ¿Qué digo de la política? Del país. ¿Del país sólo? Del universo, que la echen del universo, que le den una guía de esas del autoestopista galáctico, la metan atada y amordazada a la bodega de carga de una nave de extraterrestres no antropomorfos y la manden a escaparrar cebollinos más alla de Alfa Centauro.

    Oye, qué ancha me he quedao. Ufff.

    ¿Y si hablamos ahora del Papa y ya me libero del todo?

    :)))))

  9. Microalgo Says:

    No se corte, Dama Ron.

    Y bueno, es capaz de decir (ella) que la odian porque es rica y famosa.

  10. Alcancero Says:

    Decía Pirandello en ‘El difunto Matías Pascal’ que los líderes democráticos eran más peligrosos que los dictadores, puesto que estos últimos siempre tenían la mala conciencia de estar ilegalmente en el poder, mientras que los primeros se sienten arropados por los votos para hacer lo que les venga en gana.

  11. Microalgo Says:

    No era nadie, el Pirandello…

    Aún así, yo me quedo con la posibilidad de largarlos a los cuatro años (aunque sea). Cuarenta ya son muchos, por mala conciencia que tengan en el ínterin.

Replica a Carmen Moreno Cancelar la respuesta